Técnicas de Pintura

Al empezar a dominar las bellas artes, tarde o temprano deberás decidirte por «tu» técnica pictórica. Y no se trata necesariamente de la técnica que mejor se te da ahora, sino de la técnica con la que puedes desarrollar más plenamente tu potencial creativo. Un error que cometen muchos aspirantes a artistas es elegir el camino más fácil. Después de leer este artículo, prueba, experimenta, busca. Seguro que encuentras una técnica de pintura que te guste.

Así que, técnicas de pintura. Los primeros muralistas fueron en la prehistoria los pueblos primitivos, que pintaban las paredes de las cuevas con imágenes de animales, escenas de caza, etcétera. Por cierto, la pintura rupestre también se llama petroglifos y se realizaba no sólo con pintura amarilla, roja, blanca y negra, sino también con el uso de cinceles, herramientas primitivas para tallar imágenes en la piedra.

Para los antiguos egipcios esta técnica no perdió vigencia, sino que se modernizó: las superficies de trabajo -piedra y madera- se cubrían con una capa de piedra caliza y yeso, resina. Además, se empezaron a utilizar colores verdes y azules. Ahora esta técnica de pintura se llama temple, es decir, pinturas a base de pigmentos naturales.

En el mismo Antiguo Egipto se originó la pintura al temple, que consiste en el uso de témpera y cola (de origen vegetal o animal). En la misma época se dio a conocer la pintura encáustica, una técnica de pintura a la cera con colores fundidos, adoptada primero por los artistas antiguos y más tarde por los pintores de iconos griegos.

Hacia el año 2000 a.C., ya existía el fresco, pintura sobre yeso crudo. Como es sabido, esta técnica pictórica sigue vigente hoy en día. La pintura al óleo es una técnica pictórica muy antigua, apareció ya en el siglo VII a.C. al menos en Afganistán, donde se han encontrado pruebas de este hecho.

Los chinos también inventaron el gohua, que utiliza tinta y acuarelas. En el siglo XIV inventaron el pincel seco, que consiste en frotar pinturas al óleo sobre una superficie de papel.

Un siglo más tarde, se introdujo la carnación -la estratificación de colores-. Gracias a esta técnica pictórica, los retratos y las imágenes de personas cobraron más «vida».

El famoso Leonardo da Vinci inventó el sfumato: suavizar los contornos de figuras y objetos. Con su ayuda es posible transmitir incluso el aire que envuelve a personas y objetos. En italiano, este nombre se traduce como «desaparecer como el humo», oscurecerse. Por cierto, nadie ha superado aún a este maestro, que aplicaba una capa de pintura de un par de micras de grosor, ¡mientras que el grosor total de la capa de pintura no superaba las 40 micras!

Lessing es también una invención de Leonardo da Vinci. Esta técnica de pintura también se denomina veladura. Consiste en aplicar tonos translúcidos sobre la capa principal.

Pastel – dibujo con ceras y lápices. Este método se conoce desde el siglo XVI, y se distinguen tres variedades: a la cera, al óleo y en seco.

Cuando los cuadros se pintan con trazos rectangulares y/o puntos, se trata del Divisionalismo o Puntillismo, que surgió en el siglo XIX.

Andy Warhol fue el creador del acrílico, una técnica de pintar cuadros con pinturas acrílicas resistentes al agua.

Por cierto, si quieres utilizar al menos una parte al mismo tiempo, también es aceptable. Entonces estarás trabajando con una técnica mixta.